El cuento está separado en dos partes. En la primera el personaje principal, Enric, el hermano mayor, el que jala la transformación, intenta reconocer profundamente que se ha quedado huérfano (aunque tenga más de veinte cuando los padres mueren en un accidente). No basta con identificar el hecho y saber lo que significa, Enric necesita entender que ese norte que eran sus padres para su vida, y para la de su hermana menor, ya no está, Enric necesita, entonces, encontrar un camino propio, descubrir quién es él sin la obligación de ser el hijo de sus padres, necesita reinventar su mundo que hasta ese momento era la idealización de ellos, sus padres, que mueren calcinados dentro de un bus, con las manos enlazadas entre sí, porque así dormían todas las noches; sus padres a los que tuvieron que separarles las manos con una sierra por la fuerza de esa unión.
En la segunda parte Enric sabe que ha quedado huérfano, con el hondo sentido de esa palabra sin sentido para alguien mayor de edad. Entonces lleva a su casa, en la que vive con su hermana (la narradora), a dos latinoamericanos (Enric y Marta son españoles). Marta, en principio, los mira con desconfianza, reacciona con fuerza defensiva contra ellos, entiende que se van a quedar un tiempo, que no tienen dinero, sospecha que pueden ser un peligro para su hermano y para ella. Luego ve cómo su hermano los invita a pasar la noche en el cuarto de sus padres, luego escucha cómo su hermano tiene sexo con uno de ellos, luego, al día siguiente, ve cómo los dos latinos traen un mercado de suplementos para el gimnasio, y ella les pregunta si se los robaron, y ellos, tranquilos, le dicen que sí, que es un regalo para el hermano, que con eso le ahorran mucho dinero; porque el hermano ha tenido toda la vida una fascinación por los músculos y el gimnasio, pero también hace ejercicio leyendo a los presocráticos, y conversa con ella sobre eso, y esa forma de ser civilizado, lo dice la narradora, es, quizá, lo que termina por salvarlo del suicidio.
Me gusta de este cuento la ambigüedad y la complejidad de la narración. Los personajes que siempre van en contra de los estereotipos, porque Enric, desde la superficie, parece alguien simple obsesionado por tener grandes músculos y nada más. Porque los latinos parecen personas peligrosas. Porque Enric alcanza a parecer egoísta y peligroso para su hermana. Porque Montse la mejor amiga de Marta, que alguna vez salió con Enric, parece tener razón en las críticas que le hace a Marta sobre Enric. Porque Marta parece que va a huir. Pero todo es más complejo de lo que parece, y nada de eso resulta siendo así; inclusive a Marta, al final del relato (tal vez cuando empieza a comprender la muerte simbólica de los padres y no solo la material) le empieza a gustar uno de los latinos, de los que al principio parece que iba a escapar.
* Roberto Bolaño, Cuentos Completos (2018, Cuentos Póstumos: El secreto del mal, 1998-2003). Editorial Alfaguara. 647 páginas
¿o qué pensas vos?