Editorial Tusquets
Cuentos completos I
2020 (Primera edición 2018)
Feliz año nuevo (1975) es un libro de cuentos acerca de la naturaleza salvaje del ser humano. La mayoría de sus estructuras son tradicionales: relatos en primera persona en el que el personaje narrador desarrolla una trama que escala en la cotidianidad de lo violento y lo macabro, hasta revelar la contradicción entre la civilización y los instintos mezquinos y salvajes de lo animal humano. Tres cuentos no tienen esa estructura: «74 grados», que tiene una numeración desde el 1 al 74 y cada número nuevo representa un incremento en el nivel de violencia y venganza; y «Entrevista» e «Intestino grueso», que tienen una estructura de diálogo de entrevista para revelar los motivos de los personajes. «Feliz año nuevo» y «Día de los enamorados» juega con la contradicción en la ilusión que abunda en esas fechas comerciales en contraste con el fondo violento y mezquino de los personajes marginales y excluidos de esos mundos. «Corazones solitarios» es un cuento acerca de la falsedad y la cursilería, con mucho sentido de humor, que me recordó a un cuento de Luis Miguel Rivas porque en él un personaje es contratado para escribir cartas cursis para conseguir un objetivo específico, pero nada es lo que parece y al final del cuento se cae toda la cáscara de las cosas hasta revelar a los engañadores como los principales engañados. Sin tanto humor, «Abril, en Rio, 1970» también participa de ese señalamiento de la falsedad social al enfocar el relato en un futbolista que se fija más en los gestos de otros jugadores (cómo escupe, por ejemplo) en vez de en mejorar su juego, y así le va. Otros cuentos profundizan ese universo violento y salvaje que narra Fonseca a través de personajes marginados de los centros de poder: «Tomando el control» es la inversión de poder entre un personaje acostumbrado al menosprecio y la explotación, que termina estafando a su jefe para que lo indemnice por un problema que él mismo provoca. «Paseo nocturno I y II» son dos cuentos en el que un personaje con una vida aparentemente rutinaria y privilegiada (trabajo, esposa, hijos, riquezas) se escapa por la noche de su casa para asesinar gente, y después regresa a su casa como si nada hubiera sucedido. «El otro» es la historia de un mal escritor malo, machista, que termina siendo víctima de una trama policiaca con la que una mujer a la que explotaba se termina vengando. En «La petición» un personaje envidioso y mezquino resulta arrepintiéndose, al final, de no ayudar a un viejo amigo. «Competencia» y «Nau catrineta» son cuentos raros y salvajes que señalan el instinto animal humano a pesar de la aparente civilización, en el primero hay una competencia de encuentros carnales, en el segundo hay un rito familiar caníbal. El último cuento, «Intestino grueso», justifica un poco esa exploración en una falsa entrevista a un falso autor, con frases como esta: «en mi libro Intestino grueso digo que, para entender la naturaleza humana es necesario que todos los artistas excomulguen al cuerpo, investiguen, como solo nosotros sabemos hacer, al contrario de los cientificistas, las aún secretas y oscuras relaciones entre el cuerpo y la mente, desmenucen el funcionamiento del animal en todas sus interacciones», esto en contraste con la verdura humana «lectores que pasan todas las horas de ocio viendo televisión», y profundiza esa reflexión: «me gustaría decir que la literatura es inútil pero no lo es en un mundo en el que pulula cada vez más lo técnico».
Este libro de cuentos tiene como centro, entonces, la exploración de los inevitables impulsos salvajes del humano dentro de la civilización.
Además de esa exploración bien desarrollada, en lo personal me gustan los contrastes que establecen muchas de sus historias: la ilusión superficial y la maldad, la inversión de poder entre oprimidos y opresores, lo artificioso y lo concreto, lo salvaje en la civilización.
¿o qué pensas vos?