Libro: Cuentos completos
Editorial: Alfaguara
Tercera reimpresión febrero 2020
Ciruelas para Tomasa fue publicado por primera vez en la revista Eco n°186, en el mes de abril de 1977.
Esta es una historia acerca de una resistencia femenina heredada por varias generaciones de una misma familia. Una resistencia a la agresividad de un patriarca violento y machista que representa a otros patriarcas violentos que establecen la cultura contra la que esos círculos de solidaridad femenina se resisten. Es una entereza femenina a favor de la propia identidad, de no dejarse someter ni dominar.
Para desarrollar ese tema el texto contrapone la voz de varias narradoras donde la principal es la abuela, que en su niñez tuvo a Tomasa como dama de compañía. Tomasa fue una mujer afrodescendiente que la mamá de esa narradora salvó de ser vendida por una desconocida, para la prostitución. De ahí Tomasa se convierte en dama de compañía de esa abuela (cuando niña) y la acompaña a todos los lugares a los que ella va. Además comienza a comportarse como lo que se espera de una mujer en ese contexto histórico y de clase social, para convertirse (aspiraba ella) en la esposa de alguno de los primos de esa familia de clase alta. La otra narradora es la nieta de la principal. Esa nieta juzga inicialmente a Tomasa y juzga a la abuela por comportarse como zombis, por no revelarse a esa imposición de una identidad femenina de sometimiento. A la abuela y a Tomasa las une sin embargo un mismo odio, y esa es su resistencia, contra la figura de ese patriarca contra el que logran eventualmente vengarse.
La estructura del texto parece lineal en lo narrativo porque en el estilo da la impresión de ser la voz de una sola narradora que desarrolla diferentes momentos históricos de una misma historia, y que al final remata con unos párrafos intensamente poéticos en el que se cierra el círculo que se abre desde la primera generación. Luego, en una lectura muchísimo más lenta y detallada, se puede ver que son dos voces diferentes (abuela y nieta) y que al final son cuatro (Tomasa y Eduardo) que narran la historia de esa resistencia femenina generacional además de la historia de ese patriarca violento contra el que todos de alguna forma distinta logran vengarse. Las ciruelas del título y el final, entonces, son una reivindicación.
Del texto me gusta mucho la estética y la potencia poética de todo lo que se sugiere pero no se concreta en la narración. Sin embargo esa exigencia también me cuesta y a veces me expulsa del relato. Me cuesta inferir que la venganza del patriarca fuera someter a Tomasa a una violación de los peones, por ejemplo, o me cuesta marcar con facilidad en las primeras lecturas las voces de las diferentes narradoras. Siento que todavía hay mucho que se me escapa en ese estilo narrativo y sutil que a veces engaña con lo claro que aparenta ser. Pero también siento que la potencia poética de esas sugestiones, el ritmo narrativo auténtico y musical, y la fuerza de las imágenes y del lenguaje es suficiente para engancharme hasta el final y dejarme conservar a la vez un significado potente y concreto en el texto; y una ambigüedad que me permite querer volver a esa narración con un asombro renovado.
¿o qué pensas vos?