Él trabaja hace más de quince años en una joyería artesanal del aeropuerto, ubicada frente a la sala de abordaje, donde el sol no llega. Sueña con ver las cosas que solo los viajeros ven. Ella viaja hace veinte años desde el mismo aeropuerto. Quisiera quedarse, siempre se duerme en el avión.
De tanto mirar la misma vitrina un día ella sueña que se convierte en un avioncito de plata.
Y él comienza a soñar la filigrana que solo ven los que se pueden ir. Y pueden volver.

¿o qué pensas vos?