La herencia de Matilde Arcángel (El llano en llamas), Juan Rulfo

Libro: Juan Rulfo Obra Reunida

Editorial: Eterna Cadencia

Reimpresión, 2017

334 páginas

El Llano en llamas fue publicado por primera vez en 1953. Este es el décimo sexto cuento de ese libro.

• Sinopsis

En este cuento Tranquilino Herrera narra la historia de Matilde Arcángel, una mujer que trabajaba en una fonda lúgubre y alejada de todo, llamada Chupaderos. Matilde primero se junta con el narrador, pero luego, por hambre y necesidad, lo cambia por Euremio Cedillo padre, un hombre machista, fuerte y violento. Con Euremio Cedillo padre tiene un hijo (del que el narrador es padrino), al que se le da el mismo nombre. El Euremio Cedillo hijo, a diferencia del padre, es débil y pequeño. Matilde Arcángel muere en un accidente de caballo cuando el hijo todavía es un bebé, muere al caerse del caballo, que sale desbocado por un grito del hijo, y ella, al caer, protege al hijo sirviéndole de coraza, y recibe los golpes del caballo. Por ese accidente el Euremio padre culpa al hijo durante toda su vida, y se dedica a malgastar su fortuna y a no darle nada de nada al hijo. El hijo de todos modos sobrevive, y aunque débil y apagado, crece, aprende a tocar flauta. Algún día pasa por el pueblo una banda, y solo se escucha la flauta. Días después pasan las tropas del gobierno, y el padre se enlista a esas tropas diciendo que tiene una deuda con alguien de los que persiguen. En el monte se arma un combate de varios días. Al final del cuento aparece el Euremio hijo, tocando la flauta, con el cadáver de su padre en el caballo.

• Tema

Para mí este cuento es acerca de un remordimiento que termina en venganza. El remordimiento viene del hijo que «vivía si es que todavía vive, aplastado por el odio como por una piedra; y válido es decirlo, su desventura fue la de haber nacido», pero el remordimiento también viene del narrador «Lo que me dolió aquí en el estómago, que es donde más duelen los pesares, fue que se hubiera olvidado de ese atajo de pobres diablos que íbamos a verla […] Sobre todo de mí, Tranquilino Herrera, servidor de ustedes, y con quien ella se comprometió de abrazo y beso y toda la cosa]. El odio que soporta el hijo es el del padre, un odio que lo aplasta, pero al que sobrevive. El pesar que soporta Tranquilino es el de haber perdido la atención de Matilde después de que ella ya se había comprometido con él. Estos dos personajes, débiles ante la violencia y la fuerza del Cedillo padre, tienen al final cada uno su venganza, que es la de sobrevivir a Matilde y al Cedillo padre, sobrevivir toda esa violencia, lo que es inesperado ante su poco peso en ese mundo salvaje y de escasez en el que viven.

• Estrategia

La historia tiene una estructura sencilla. La narración la realiza Tranquilino, que es quien a través de analepsis (recuerdos que se introducen al presente de la narración) va desenmarañando la vida Matilde Arcángel y de los dos Cedillos, de una parte pequeña de sus genealogías, de la geografía y la atmósfera en la que vivieron, de sus circunstancias. En los primeros párrafos se establece ese núcleo de la historia, la de los Cedillos y la de Matilde. Luego, comienzan las analepsis. Al final se resuelven esos conflictos familiares con la muerte de uno y la sobrevivencia de otro.

• Reflexión personal

En comparación con otros cuentos de este mismo libro, este me parece más directo en la narración del conflicto, de los motivos de los personajes, además de que es menos fatalista porque presenta una resolución tal vez victoriosa de esos motivos. Me gusta mucho la voz que Rulfo le crea a cada uno de sus personajes, y el movimiento de la trama. El lenguaje y la sonoridad, la acción. Creo que hay una reincidencia constante, una especie de queja, de lamento frente a la ausencia de figura paternal o maternal, en casi todos estos cuentos.