La cuesta de las comadres (El llano en llamas), Juan Rulfo

Libro: Juan Rulfo Obra Reunida

Editorial: Eterna Cadencia

Reimpresión, 2017

334 páginas

Este cuento fue publicado por primera vez en la revista América N°55, en 1948.

De este cuento me llaman la atención principalmente dos elementos: 1. La voz parsimoniosa de un narrador que no parece tener ese tono por cálculo, sino porque solamente está explicando algo que para él es totalmente natural. 2. El salvajismo normalizado en las acciones de los personajes de la trama. Estos dos elementos se pueden resumir en el siguiente tema: un estado salvaje de una sociedad abandonada de ella misma. En menos palabras, un estado salvaje.

Para enfatizar esa atmósfera el narrador comienza hablando de sus buenos amigos los Torricos, en la calificación de esa relación está la tranquilidad y casi la inocencia del narrador. Esa narrador mata a uno de los Torricos, pero porque uno de ellos, confundido, quería matarlo. Los Torricos se la pasaban matando también a otra gente, para robarla, los iban despojando no solo de sus cosas sino de su tierra. Si no le hacen nada al narrador es porque este les ayudaba hasta donde le daba su vejez en sus tareas. Entonces también lo querían. Remigio, uno de los Torricos, le dice al narrador, antes de intentar matarlo, que le pedía una explicación del asesinato de su hermano solo porque al narrador también lo consideraba un hermano. Esos asesinatos entre hermanos me recuerdan la historia de Caín y Abel, en este caso todos son descendientes de Caín.

Al menos tres imágenes destacan también el estado salvaje de las cosas: 1. El narrador menciona que antes, desde donde está sentado, se podía ver Zapotlán (la civilización), pero que con las jarillas (arbustos) crecidas (a causa de que se ha ido matando la gente) la tierra está sola y ya no se ve nada. 2. A Odilón lo mata una familia entera, la de los Alcaraces, lo matan como sin planearlo, aunque ya tenían suficiente odio para hacerlo, lo matan porque Odilón escupe a uno y los demás se ríen porque todos andan borrachos y después se le echan encima y lo matan a golpes. Todo ese escenario de gente que actúa en un estado alterado de conciencia, sin planear ni pensar nada, refuerza el salvajismo. 3. El narrador menciona que a la calamidad de los Torricos se le suma la calamidad repetida del mal tiempo (las heladas), que ya antes habían acabado con las siembras en una sola noche.

Hay otros elementos adicionales que le dan una sensación bíblica al relato: El único ojo de color negro, de Remigio Torrico, que tenía un alcance que parecía acercar tanto las cosas, que casi las traía junto a sus manos. Los nombres de Odilón y Remigio. La trama también parece una historia de venganza con recompensa: Cuando el relato se acaba, en Zapotlán, por coincidencia, estaban celebrando y tirando pólvora, mientras una parvada de gallinazos empieza a rodear a Remigio. Además de eso, el final cierra la venganza en tono bíblico, al mostrar que el narrador después de deshacerse del cuerpo de Remigio en el río lava la sangre que le había quedado en el recipiente que utilizaba para cosechar el maíz, porque no quería tener que ver seguido esa sangre, en ese momento yo siento que la historia termina con un: cada uno cosecha lo que siembra.


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