Libro: El simple arte de matar
Páginas: 337
Este es un relato de suspenso en una atmósfera oscura e intranquila. Alguna parte de eso se advierte desde el título, que está muy bien elegido («Estaré esperando»). Hay un héroe que, salvo porque es un héroe de ficción, actúa como una persona casi real y tiene antecedentes y personalidad de persona casi real. Ese héroe salva a una princesa (sí ya sé, trillado y machista, pero fue publicado en 1950), que es una pelirroja que también es una mujer real que espera a alguien y que no sabe que le quieren hacer daño y tampoco se entera de que la salvan, una princesa de carne y hueso que al final del relato se queda a dormir tranquila como, según el narrador, hacen algunas mujeres y algunos gatos. Me parece que el tema de este texto es el género de este tipo de relatos, desde el título plantea la situación de la espera, del suspenso, y desde esa premisa se desarrolla hasta el final.
El héroe (Tony Resek) es un detective de hotel, bajito, pálido, un poco gordo, de edad madura y dedos largos y delicados, o sea una persona real. La princesa (Eve Cressy) es una pelirroja (¿exprostituta?) que la mayor parte del relato se la pasa acurrucada en un sofá esperando a alguien que no va a ver, como un tipo de gato doméstico, supongo. Las frases y los detalles también son trillados, pero son muchos y son importantes para los escenarios de este tipo de historias. La forma en que se desarrolla la situación es chistosa para mí, se ve preparado por un escritor, como si cada personaje y cada situación estuvieran esperando al héroe, para que todo suceda de esa única forma en que puede suceder. Al final, dentro de esa atmósfera turbia, todo sale bien, el héroe y la princesa se salvan, y la vida sigue igual de regular.
Del cuento me llama la atención sobre todo la atmósfera turbia y el gancho de suspenso desde el principio hasta el final. Es cierto que ya esta historia no parece de la vida real, pero en su momento lo debió parecer, en su momento el canon estaba dictado por la literatura policiaca clásica, donde hay una disrupción del orden y el detective, mediante el uso de la lógica, lo tiene que restituir. Esta historia en cambio es menos ingenua, toda la atmósfera es más imprecisa e imperfecta que en esos otros relatos, y al final lo que desarrolla es un relato de crímenes, más que un ejercicio artificioso de lógica, y ese esfuerzo es mucho más parecido a la realidad y refleja mejor los valores de la sociedad que lo anterior.
¿o qué pensas vos?