Comentario: Mudanza (Libro del tedio), José Ardila

Editorial Angosta, enero de 2019, segunda edición.

195 páginas

En un tuit del 2013 Juan Villoro dice que en griego mudanza se dice metáfora, y que le gustaría que el camión de las metáforas pasara por sus cosas. Este cuento de José Ardila se titula Mudanza, y habla de un personaje que comienza a trastearse lentamente del apartamento de su mamá al apartamento en que el que va a vivir con su pareja. El personaje expresa algo de desidia tanto por el hogar viejo como por la necesidad de tener que llevar las cosas viejas al nuevo y ubicarlas en una disposición que las haga parecer nuevas. Ese proceso de mudanza se alarga y se alarga hasta que la mamá y la pareja parecen entender que no va a suceder. El narrador tiene un amigo que lo aconseja bien y con el que él no es recíproco en la atención. Algún día después de una conversación con él, en vez regresarse a donde su pareja, lo hace a donde su mamá. Y al otro día se da cuenta de que la pareja no lo extraña. Al final termina quedándose donde la mamá, y la pareja se queda con el perro y le devuelve las cosas que alcanzó a llevar al otro lado. Para mí la metáfora principal de este cuento es el cambio, mudarse es cambiar una vida por otra, y el narrador personaje no es capaz de hacerlo, y entonces el camión de las metáforas termina regresando al punto de inicio.

Este cuento es el que más me ha gustado del libro hasta ahora. Me gusta el tema, sobre todo, pensar en la posibilidad o imposibilidad de cambiar, la desidia que hay en todo ese proceso de querer ser otro pero no ser capaz de dejar de ser esa persona desagradable (en tantas cosas) que uno es. Me gusta pensar en la mudanza como metáfora del cambio, y me gusta la estrategia elegida para realizar la narración: el narrador en segunda persona, que además habla con ese lenguaje paisa que mezcla el tuteo y el narrador en segunda persona pero que le cambia la entonación al final de muchas palabras, y que me suena tan familiar.

En lo personal yo también estoy en ese proceso, de mudarme, de querer vivir en otra parte, de querer ser otro, y de no ser capaz, de darle vueltas y vueltas a las cosas que me desagradan de mí para volver a quedarme en ellas, después de haber creído que ya las había dejado atrás.


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