Editorial Angosta, enero de 2019, segunda edición.
195 páginas
Este cuento está escrito con la estructura de una obra teatral. Son 3 escenas. El elemento que se repite en cada una de ellas es el anhelo de algún personaje por algo que no consigue exactamente, porque a lo único que se acerca es a un símbolo o una imitación. En la primera escena hay una pareja, y él ve en ella a Ana; ella no es Ana, pero ella acepta que él quiera que lo sea. En la segunda escena él realiza un monólogo en el que habla de que Ana quería un matrimonio en el mar, y no lo obtiene, ellos se casan en un barrio de Medellín y él le regala un cuadro de un ocaso en el mar (de Bocagrande) y lo cuelga en el comedor, para que lo vean todos los días. En la tercera escena la cocinera de un restaurante habla de una pareja de paisas que piden una cazuela de pescado y un pargo, ella dice que lo hace con gusto porque está acostumbrada a que los paisas pidan bandeja paisa, pero luego cuando se entera de que el hombre de esa pareja de paisas se ahogó en el mar de Bocagrande, piensa que le debió haber hecho la bandeja paisa, que siempre quieren los paisas, porque para qué inventar.
Para mí este cuento habla de no poder obtener lo que se quiere, de tener que conformarse con malas imitaciones de lo que uno quiere, de lo insustancial de todo esto. Supongo que ese acto de acostumbrarse roza el tema del tedio, la sensación de fastidio pero conformidad con una vida que no se adapta ni siquiera a las expectativas más simples que uno conserva.
El cuento me gusta, pero me parece muy difícil aterrizarlo, entender qué está intentando decirme. Ni siquiera estoy seguro de haberlo entendido, aunque parece simple. Del estilo me gustan el diálogo y las escenas, la técnica teatral es muy diferente a la de la prosa literaria, exige más concreción y datos ocultos detrás de escenas y frases que parecen simples.
¿o qué pensas vos?