Libro: Cuentos completos
Editorial Alfaguara
647 páginas
Primera impresión en Colombia: 2018
El cuento está fechado en 2003, año de la muerte de Bolaño. Por eso me llama un poco más la atención esa frase del texto en que el narrador dice que tenía 19 años y creía que era inmortal, que si hubiese sabido que no lo era no se habría quedado mirando al tirafuegos. Es una frase bonita que me hace pensar en dos cosas: en si es posible no perder el tiempo y en si en realidad sabemos cuándo lo perdemos y qué quiere decir eso, y también en esa frase repetida que le atribuyen a los muy jóvenes que dice que tienen el mundo a sus pies o que se creen inmortales. La primera vez que yo escuché algo así tenía como 21 años y me quedé pensando en eso, porque no estaba de acuerdo y no lo entendía. Ahora creo que lo que quiere decir esa frase es que entre menos se ha vivido más futuro se tiene, y eso no es un asunto de tiempo, sino de las expectativas frente a las cosas. Cuando uno no sabe ni lo que no sabe las oportunidades se multiplican, algo así.
La primera historia del cuento habla de un personaje llamado Jim. Desde la primera frase sabemos que vamos a leer de él y de su carácter («…un norteamericano más triste»). Ese personaje tiene dos particularidades: está dedicado a la literatura o a la poesía y está triste. Lo segundo que caracteriza al texto es el escenario en que se desenvuelve: ha sido asaltado varias veces, ha sido soldado en la guerra, está mirando al tragafuegos como si no tuviera tiempo y el tragafuegos, al final, parece que le va a echar el fuego en la cara. La segunda historia es la que junta al personaje y al escenario: la violencia y la belleza. Tanto en los personajes (Jim y el tragafuegos) como en el escenario (México, Centroamérica) siento que la historia se ubica en el borde de un abismo entre la belleza (entendida como un efecto embriagador o abrumador que exige asombro y contemplación) y la violencia (entendida como una ruptura abrupta del supuesto orden de la cosas).
Una lectora brillante, Natalia Castro, me señaló, sin embargo, muchas cosas más. Jim es un prototipo o prejuicio de extranjero que viene a Latinoamérica a ver la pobreza como si fuese un espectáculo. Que mira y mira y no entiende lo que ve y termina por desarrollar una expectativa mística y falsa acerca de lo mentirosamente bello y embriagador de la pobreza y la violencia. ¿Dónde se ve esto precisamente en el cuento? En la voz del narrador. En frases que le pone a los niños mendigos de México que le preguntan a Jim en qué consiste la poesía como si esa frase hecha y esa palabra fueran naturales en un niño pobre de México. Luego Jim dice que le gustan las morenas (pelinegras) porque son las mujeres secretas de la historia, y esa expresión también es tonta y la dice Jim, y el narrador en cambio se distancia de eso y dice que le gustan monas y tetonas, y de esa forma contrasta esa mirada de Jim y dibuja al personaje. Jim es un prejuicio, si el narrador lo ve con tristeza es porque Jim es una caricatura de ese personaje extranjero que siente una reverencia y pretensión de salvación frente a un paisaje exótico y que cree que ve algo y se conecta con eso cuando en realidad no lo hace y lo termina por quemar con gasolina en la cara.
Siento que desde esos centros se sostiene la historia, y siento también que desde ahí, desde la denuncia de la derrota y la violencia a través de la estética es que Bolaño construye ese universo.
«Chingado, hechizado / chingado, hechizado, era el estribillo, creo recordar, de una canción de moda aquel año en algunos hoyos funkies».
¿o qué pensas vos?