Hay gente que no se arrepiente. Lo escucho todo el tiempo. Gente que dice que por mal que hubiera resultado algo fue precisamente eso lo que los hizo ser como son. Y se sienten bien siendo como son. No están completos. Nadie nunca está completo (así, con doble negación absoluta). Sin embargo se defienden enteros, con los errores pasados como un camino a los aciertos presentes.
Yo no siento eso. Yo no pienso así. Yo me arrepiento como en la oración del Yo confieso (por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa). Es una exageración culparse así, los errores son inevitables, y es cierto que hacen parte de los aciertos. La verdad es que no me acuso tanto, pero sí me hubiera gustado hacer muchas cosas de forma diferente. Si pudiera regresar cambiaría casi todo. A mi vida le hace falta poder guardar y volver a empezar desde ahí, como en los juegos de Nintendo.
Pero no sé si eso es posible. Cambiar en la dirección de la voluntad propia es muy difícil. A veces siento que uno es ese que vive dentro de uno mismo, como un espectador. Y no me gusta caminar en círculos: darme cuenta, como alguien perdido en un bosque, que este lugar ya lo había recorrido antes, que no estoy cerca de encontrarme afuera (todavía).
¿o qué pensas vos?