Hace tiempo que no creo en los espejos. Cuando me miro en ellos me sorprendo de ver a quien esta al frente. Tiendo a no reconocerme. Les he preguntado antes, y me dicen los otros que a ellos el espejo siempre los refleja igual. Entonces pienso que los espejos no creen en mí. Que me deforman para que no sepa que mi cara no es la misma nunca todo el tiempo. No me gusta quedarme frente a ellos porque nunca sé quién voy a ser yo en el reflejo. No me gusta pasar rápido frente a ellos porque me desconozco.
Con los ojos cerrados en el cuarto, antes de dormir, pienso una vez más en quién soy. La memoria no me sirve, porque también deforma las ya deformadas imágenes que guardo. Mi imagen es borrosa, pienso borroso yo también. Entonces elijo ser alguien, pero no cualquiera, elijo una imagen de mí. Y es esa imagen de mí la que llevo todo el tiempo que puedo, la que los otros creen que soy. Mientras no me vea en un espejo otra vez no voy a saber si soy yo el que escribe esto o es el otro el que esta con los ojos cerrados en el cuarto imaginándolo.
¿o qué pensas vos?