Todos los días intentamos definir cuál es el mejor equipo. Si no peleásemos por eso todos los días no seríamos amigos, no tendríamos de qué hablar. Es una discusión difícil que se repite. Los dos tenemos motivos para decir por qué es mejor este o el otro color. Yo creo que el blanco tiene más historia, él dice que el negro es más actual. Reflejamos algo totalmente opuesto, yo le digo a él que lo tiene que entender, pero él piensa que lo tengo que entender yo. Nuestra afición es tan fuerte que vemos todo así: en blanco y negro.
Ese día se juega la final entre los dos equipos. Vamos al estadio, donde el equipo negro es local. Adentro todas las tribunas son negras, y gritan cantos como tambores gigantes, como megáfonos, dicen <<le falta huevos>>, <<decime qué se siente>> y <<cuándo se va>>. La estructura es de cemento pero cruje y tiembla entera como si estuviera respirando. Para que no me persigan ni me peguen tengo puesta una camisa del equipo negro que me prestaron, por debajo tengo la del blanco.
En el minuto ochenta y ocho el árbitro pita un penalti polémico a favor del blanco. El estadio primero grita como si botara fuego y después hace silencio como si estuviera metido en un cajón. Al final gana el equipo blanco y el equipo negro arde. Los hinchas salen disparando vidrios y rompiendo piedras, en una esquina los recibe un escuadrón anti disturbios y el enfrentamiento no tiene ganador. En algún momento de la huida alguien descubre que por dentro tengo la camisa del equipo blanco, me la quitan y la queman pero, a diferencia de otros que no volví a ver, logro escapar.
En las noticias del día siguiente se destapa otro escándalo: el equipo blanco le pagó al árbitro y a algunos jugadores del equipo rival para el partido del día anterior. Leyendo la noticia en el colegio con mi amigo le digo que tenía razón, porque el equipo blanco es peor. Pero él en cambio piensa en los hinchas del equipo negro y dice que no es verdad, que el equipo negro es peor. Seguimos siendo amigos porque todos los días, por el mismo tema, volvemos a pelear.
¿o qué pensas vos?