La última entrada en el blog de Luis Miguel Rivas se llama «Las enseñanzas de Don Duni». Es acerca de un cineasta llamado Dunav Kuzmanich, se refiere a su labor pedagógica y de realizador de películas. Cuenta también algunas reflexiones que él hacía sobre su oficio (por qué, para qué y cómo). Sin embargo lo que a mí más me interesó de la entrada no tiene que ver con su tema central, nunca conocí al cineasta ni sus películas. Lo que me dejó pensando fue el final, en la que critica a los que lo juzgaron no por su labor principal, sino por otras cosas. Dice que si uno come con una persona que escaló el Himalaya corre el riesgo de juzgarlo por la forma en que coge el cuchillo, ignorando que lo que esta en juego para ese juicio es el Himalaya.
Esa conclusión me hizo recordar que a veces idealizo mucho, y que aumento un dato para reducir la explicación. Es fácil olvidar que cada persona es un montón de personas y que cada cosa es un montón de ellas. Más aún, que todo cambia, todo el tiempo. Aunque sea necesario, pienso que juzgar, bien o mal, es casi siempre injusto.
¿o qué pensas vos?