Mark Haddon escribió una novela con algunas particularidades superficiales, que no la convierten en una lectura exigente. La novela, por ejemplo, esta divida en capítulos con números primos, tiene dibujos, gráficos, emoticones y ejercicios matemáticos. El protagonista es un adolescente con una condición similar al autismo. Se puede comunicar con los demás y es capaz de interactuar con su entorno pero de una forma muy específica y personal. La estructura general es de novela policiaca pero muy ligera y poco estricta. Yo tengo la edición de Letras de bolsillo, traducida al castellano por Patricia Antón de Vez. La traducción es un poco molesta porque es realizada para el español de España, que esta lleno de coños y cagadas en la leche.
Me gustó por el protagonista, que hace la novela bastante ligera y original. Me recordó en muchas cosas a The Catcher in the ryde porque utiliza un lenguaje muy fácil para explicar lo inexplicable que se va convirtiendo el mundo cuando uno crece. Me sentí en parte identificado con sus reglas arbitrarias (aunque no estuviera de acuerdo con ellas), con su introversión y con esa realidad detrás de la realidad con la que se va encontrando el protagonista mientras busca otra cosa.
En un cuento de Roberto Bolaño, llamado Dentista, hay una cita acerca de la historia secreta: «aquella que jamás conoceremos, la que vivimos día a día, pensando que vivimos, pensando que lo tenemos todo controlado, pensando que lo que se nos pasa por alto no tiene importancia». La novela de de Mark Haddon me hizo pensar en mi vida y en todo lo que se me vive pasando.
¿o qué pensas vos?