¿Cómo dibujar los nervios?

Me imagino los nervios como un lugar sin patas. Algo que se sostiene siempre cerca de caerse. Yo los he sentido desde niño, todavía los siento, también en este momento. Es difícil señalar los nervios porque a pesar del cuello caliente, la voz rota, los dedos temblorosos, las ideas que se deshacen a saltos, uno no los ve. Y a pesar de no verlos, pesan tanto que, determinan los momentos. Mi realidad, cuando estoy asustado, está llena de amenazas que no existen pero estoy viendo. Habría que dibujarlos también como algo en constante movimiento, que crece como un ahogo por exceso de aire, que llena los espacios de vacío, que paraliza. Ser introvertido está relacionado con ser nervioso, es un tartamudeo inaudible. Con el tiempo he aprendido a enfrentarlos, pero  no a dejarlos de sentir. Me hacen sentir extraño, me hacen sentir otro porque no me entiendo. En general, la sociedad premia la extroversión, tal vez porque se interpreta más fácil, aunque no se entienda. Me gustaría dibujar los nervios para explicar por qué prefiero el silencio.


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